La revista Punto de Libro dedica esta reseña a "Alehop", de José Antonio Fortuny

Alehop

José Antonio Fortuny

Editorial Funambulista
El enredo de la bosla y la vidaPara reseñar esta magnífica novela -queremos resaltar el adjetivo cuanto antes-, se puede partir de dos enfoques bien distintos.
Alehop se puede explicar como la historia de un matrimonio de ancianos que llevan una plácida existencia en una sencilla casa en un pueblo cualquiera. Unos personajes normales, en un entorno normal, hasta que dos hechos que coinciden en el tiempo vienen a cambiar completamente su forma de vida. La mujer, que debido a la edad se mueve en silla de ruedas, depende del marido para levantarse de la cama y volver a ella. Cuando a él le sobreviene un agudo dolor de espalda que le impide hacer cualquier esfuerzo, la mujer parece condenada a no poder abandonar el lecho. Urge encontrar una solución, por lo que el marido acude al Ayuntamiento de su localidad, convencido de que recibirá la ayuda que necesita. Pero esta ayuda, aunque llega, es insuficiente, y va a ir a menos cuando se produzca un segundo hecho, desastroso para la vida del matrimonio protagonista. Un circo pasa casualmente por el pueblo y se establece allí desatando una fiebre difícil de entender. El pueblo, con su alcalde a la cabeza, hará todo lo posible para mantener aquella atracción en la aldea tanto tiempo como sea posible. Aunque no sea sostenible económicamente. Aunque signifique sacrificar otros gastos como la ayuda a una pareja de ancianos que dependen de una mínima ayuda algunas horas al día.
Hasta aquí, Alehop sería solo una buena novela que mezcla acertadamente dosis de ternura y humor con otras de drama descarnado. Una buena historia con buenos personajes, un estilo muy cuidado y muy directo a la vez, y con una trama delicadamente construida, donde cada detalle está perfectamente enlazado en la historia, lo que hace que en muchos casos nos encontraremos recordando y reinterpretando lo leído unas páginas atrás.
Pero Alehop se puede y se debe explicar también de otra manera, que seguramente la hace mucha mayor justicia. Lo que José Antonio Fortuny ha logrado con esta novela es hacer la más certera y aguda radiografía de la España actual, dejando al desnudo todas sus vergüenzas. En esta tragicomedia encontramos políticos corruptos, cegados por la ambición y la megalomanía; instituciones y asociaciones creadas solo a mayor gloria de sus fundadores y presidentes, y que hacen dejadez perpetua de sus funciones; periodistas y programas de televisión capaces de cualquier aberración por ganar un punto de audiencia; charlatanes, farsantes y timadores profesionales dispuestos a sacar hasta el último euro de los bolsillos de sus víctimas; sectas de fanáticos que bajo espirituales cubiertas esconden ladrones sin escrúpulos... Pero que el lector no se apresure a juzgar a todo este elenco. Porque la novela también guarda un rapapolvo para esa sociedad a la que pertenecemos, y nos señala certeramente con el dedo, sentándonos en el banquillo de los acusados. A los que votan y apoyan a esos políticos corruptos, a los que siguen con fruición los programas de televisión más rastreros, a los que son víctimas de los timadores por su ambición sin límites... A todos ellos esta novela dirige también un toque de atención.
Alehop es una ácida crítica a una sociedad sin valores, deslumbrada por los oropeles del dinero fácil, de la ostentación y el exhibicionismo. Una sociedad que ha olvidado a las personas y, sobre todo, a las quienes necesitan algún tipo de ayuda por su situación personal, económica o social. Esa sociedad que retrata la novela no podría ser más reconocible, ni podría ser de más actualidad. Alehop es una sátira repleta de humor negro y verdades como puños. También sería una fábula si no fuera porque, por desgracia, cada uno de los hechos que ocurren en ese pueblo ficticio al que llega el circo, han sucedido en algún pueblo o alguna ciudad de España. O en muchos. Algunas veces literalmente, y otras cambiando algunos detalles. Pero lo cierto es que a pesar de que la historia que se nos narra parece a ratos una ficción imposible, rezuma una desesperante y cruel realidad.

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