"El hundimiento", de Fitzgerald, en Pandora Magazine






Título: El Hundimiento
Autor: Francis Scott Fitzgerald
Editorial: Funambulista
Páginas: 112
ISBN: 978-84-940906-8-4
Precio: 10€

 Beatriz Ibán Diezhandino

Sinopsis: En este libro se recogen una serie de textos autobiográficos de Francis Scott Fitzgerald que, probablemente, sean uno de los testimonios más sobrecogedores del siglo XX, y más premonitorios. El insomnio y «el hundimiento» (el Crack-Up) descritos en estas prosas —en plena depresión personal—, que escribió para la revista Esquire, en 1934 y 1936, reflejan algo más que la otra cara del que fuera considerado el narrador de más éxito de los felices Años 20: han hecho reflexionar a filósofos como E. M. Cioran o Gilles Deleuze acerca de la quiebra de los valores y del hundimiento del individuo y de la sociedad. Una obra de rabiosa actualidad.
La Editorial Funambulista edita uno de esos libros que hacen las delicias de cualquier lector. De hecho, aun tratándose de unos textos escritos en los años treinta, tienen un trasfondo que bien podría aplicarse a la época actual de crisis que estamos viviendo. Muchos de los lectores de esta joya literaria podrán confirmarlo.
Fitzgerald escribe estos textos autobiográficos apoyándose en el insomnio que sufría en esa época. Puede ser que el carácter negativo que impregnan sus páginas sea debido a los acontecimientos vitales del autor. Esta época en la que se publican los tres textos de los que consta la edición son bastante duros. El internamiento de su amada Zelda en un sanatorio mental y problemas económicos ahogaban el estado anímico de Scott Fitzgerald. Se destila una sombra de derrotismo y de no poder seguir con la vida.
En las circunstancias actuales de crisis mundial por la que estamos pasando, no nos es difícil imaginarnos el estado psicológico que podía estar pasando el autor al relatarnos sus crisis de insomnio y de desesperación, de ese decaimiento general y desencanto por la vida. Muchos encontrarán en sus páginas las palabras de una persona que sufre de depresión. Pero ese diagnóstico, como bien explica Isabel Lacruz en el postfacio, no podemos saber si sería por las circunstancias que estaba viviendo o ese era realmente su carácter depresivo que emergió de manera fulminante a raíz de ciertos acontecimientos, agravando su estado.
Tenemos ante nosotros tres de los últimos textos que escribió el brillante Fitzgerald. No podía imaginarse que nada más que cuatro años después, la muerte le alcanzaría con tan solo 44 años. Una breve existencia de uno de los mejores escritores americanos de todos los tiempos.

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