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Diario del Amazonas - Rogert Casament

A partir de la publicación de El sueño del Celta (Alfaguara, 2010) firmada por el reciente Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, parece que se ha despertado un cierta expectación hacia el personaje real que protagoniza dicha obra, Roger Casement, en cuyos diarios y escritos se basó el peruano para la elaboración de gran parte de su libro. Muy oportunamente, algunas editoriales han publicado o reeditado distintas versiones de los Diarios del Congo (ya sea en forma fragmentada como en La tragedia del Congo de VV.AA., Ediciones del Viento, 2010) y los Diarios del Amazonas (Diario de la Amazonia de Roger Casement, Ediciones del Viento, 2011; y la obra que nos ocupa publicada por Funambulista en el año 2011) previendo quizá un interés por parte de los lectores de El Sueño del Celta por tan complejo y controvertido personaje.

En el caso de Diario del Amazonas (Funambulista, 2011) se nos ofrece una selección de fragmentos del diario que Casement escribió durante su viaje a través del Putumayo (Septiembre-diciembre de 1910). Siete años antes, en 1903, la Cámara de Los Comunes de Londres le envío al Congo para que realizara un informe sobre los abusos y maltratos que los colonialistas infringían a los esclavos. El Congo Report le granjeo muchas felicitaciones y distinciones, provocando además un enorme revuelo en la opinión pública.

Como consecuencia inmediata de todo lo anterior, en 1909 El Foreign Office le encomendó a
Casement una nueva misión: investigar las atrocidades que los responsables de la Peruvian Amazon Company, compañía de explotación de caucho, financiada con capital británico, estaban cometiendo en la región amazónica contra la población indígena. La realidad sobre tan terribles hechos fue sacada a la luz gracias al ingeniero Walter Hardeburg quien, durante aquellos días, publicó un artículo en el periódico Truht describiendo el autoritarismo, la depravación, el ultraje e incluso los crímenes a los que eran sometidos los indígenas del lugar. Las anotaciones que Casement escribió en su diario, corroboraron con rotundidad las denuncias expuestas por el ingeniero en su artículo. Los indígenas y sus mujeres sufrían todo tipo de vejaciones y humillaciones por parte de los responsables del mantenimiento y gestión (capataces, cocineros, panaderos, etc.) de la Peruvian Amazon Company, (la mayor parte originarios de la isla de Barbados) y que actuaban como auténticos reyezuelos, siguiendo órdenes de Julio César Arana, dueño y señor de la empresa británica. LEER MÁS

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