«Cuatro damas del misterio» en el blog Lecturas de Undine
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Todos los que amamos la literatura sabemos que este campo estuvo reservado durante mucho tiempo a los varones en especial. Y no es que no se conozcan nombres de escritoras ilustres de siglos pasados; a nadie se le escapa que Jane Austen, George Sand, las hermanas Brontë, o la propia Sor Juana Inés de la Cruz, que fue precursora en este campo y consiguió gran notoriedad allá por el siglo XVII, son nombres que lucen hoy con letras de oro junto a los de sus colegas masculinos; editándose hoy por hoy las obras de todas ellas tanto o más que las de Dickens o Balzac, por ejemplo. Pero en sus respectivas épocas ninguna de ellas lo tuvo fácil, escribir se consideraba poco apropiado y falto de decoro para la mujer. Eso les impidió disfrutar de su profesión como correspondería a personas de su categoría y profesionalidad. Pero mediado el siglo XIX y, coincidiendo con la llegada del movimiento realista, fue surgiendo un nuevo tipo de escritoras que dedicaron sus vidas a la literatura