El misterio de la Casa de los Trueques, de Alberto Mussa
El género policíaco en muchos casos va acompañado de ciertos toques
de sensualidad que se asocian a los casos investigados. En el relato que
hoy nos ocupa no se concibe otra opción que esta ya que se trata de un
asesinato perpetrado en una casa que, sin ser exactamente una casa de
citas, sí que tiene algo de eso.
Desde luego, no se trata de una casa de
citas vulgar sino de algo con mucha clase, enfocado a clientes
poderosos, miembros del gobierno y lo que se suele considerar las
fuerzas vivas de una ciudad. Para que nos entendamos, el paraíso para
gente tipo Berlusconi o Strauss-Kahn.
Así, la intriga policíaca es casi lo de menos en el libro que hoy recomendamos, les recuerdo, El misterio de la Casa de los Trueques, de Alberto Mussa –Editorial Funambulista- Lo más importante aquí es esa historial paralela en la que la gran protagonista es la ciudad de Río de Janeiro. Una ciudad en la que conviven la magia, los ritos ancestrales, la sensualidad y una delgadísima línea que divide el mundo de allá con el de acá. Tan delgada que a veces no sabe uno bien si está en un lado o en el otro.
Otro de los atractivos del libro es el de la rivalidad entre dos auténticos gallos de pelea. Por un lado, el investigador que se hace cargo del asesinato perpetrado en la citada Casa de los Trueques; por otro, el hermano de la principal sospechosa. Un auténtico seductor que despierta la envidia y suspicacia del investigador Baeta. Un hombre que consigue a cualquier mujer que se le ponga por delante.
Por ahí, el gran misterio pasa a ser el de conocer el secreto seductor del enigmático Aniceto, más que por su implicación en el crimen, por su habilidad para seducir a cualquier mujer que se le ponga por delante y dejarla plenamente satisfecha. Aquí entra en juego otro personaje clave en esta historia, la fiel esposa de Baeta, Guiomar. Una brasileña de tremenda sensualidad que tiene una fidelidad a prueba de bombas hasta que entra en juego Aniceto, claro.
Los lectores que tengan la paciencia de llegar hasta el final, el libro no es tan largo y desvelar el misterio lo merece, sin duda, se llevarán la sorpresa de descubrir en dónde radica esa habilidad que hace al célebre Aniceto irresistible a cualquier mujer que se le ponga por delante. Un hombre que es capaz de matar a una chica de placer, no les digo más.
Así, la intriga policíaca es casi lo de menos en el libro que hoy recomendamos, les recuerdo, El misterio de la Casa de los Trueques, de Alberto Mussa –Editorial Funambulista- Lo más importante aquí es esa historial paralela en la que la gran protagonista es la ciudad de Río de Janeiro. Una ciudad en la que conviven la magia, los ritos ancestrales, la sensualidad y una delgadísima línea que divide el mundo de allá con el de acá. Tan delgada que a veces no sabe uno bien si está en un lado o en el otro.
Otro de los atractivos del libro es el de la rivalidad entre dos auténticos gallos de pelea. Por un lado, el investigador que se hace cargo del asesinato perpetrado en la citada Casa de los Trueques; por otro, el hermano de la principal sospechosa. Un auténtico seductor que despierta la envidia y suspicacia del investigador Baeta. Un hombre que consigue a cualquier mujer que se le ponga por delante.
Por ahí, el gran misterio pasa a ser el de conocer el secreto seductor del enigmático Aniceto, más que por su implicación en el crimen, por su habilidad para seducir a cualquier mujer que se le ponga por delante y dejarla plenamente satisfecha. Aquí entra en juego otro personaje clave en esta historia, la fiel esposa de Baeta, Guiomar. Una brasileña de tremenda sensualidad que tiene una fidelidad a prueba de bombas hasta que entra en juego Aniceto, claro.
Los lectores que tengan la paciencia de llegar hasta el final, el libro no es tan largo y desvelar el misterio lo merece, sin duda, se llevarán la sorpresa de descubrir en dónde radica esa habilidad que hace al célebre Aniceto irresistible a cualquier mujer que se le ponga por delante. Un hombre que es capaz de matar a una chica de placer, no les digo más.
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