"Una novela elegante, delicada, escrita con una prosa bonita y amena, sutil, cercana y lejana al mismo tiempo" ("La residencia de estudiantes" en Globedia)
La residencia de estudiantes
Conocí a esta escritora japonesa en la blogosfera donde existen bastantes reseñas de algunas de sus novelas. Me fijé especialmente en una de ellas por el precioso título que tiene: "La niña que iba en hipopótamo a la escuela" pero reconozco que me daba un poco pereza el que fuese japonesa. Y es que he leído muy poca literatura de ese país y el único autor de narrativa que he leído –Murakami- no me gustó. Sin embargo, cuando leí una reseña sobre la última de sus novelas –la que hoy os comento- y vi lo cortita que es y lo mucho que le había gustado a la reseñadora, decidí darle ya una oportunidad y empezar, precisamente, con esta novela que, en realidad, es algo así como un relato largo
Yoko Ogawa
Yoko Ogawa nace en Okayama en 1962. Estudia en la Universidad Waseda de Tokyo. En 1986 inicia una carrera de escritora, inspirada por sus lecturas de los clásicos nipones, El diario de Ana Frank y las obras de Kenzaburo Oé. Ya con su primera novela, Cuando la mariposa se descompone, obtiene en 1988 el prestigioso Premio Kaien. En 1991, logra el gran premio Akutagawa por El embarazo de mi hermana, publicado por Editorial Funambulista, que se convierte inmediatamente en un best-seller en su país. A partir de entonces todas sus obras son grandes éxitos de crítica y de público en Japón, donde es indiscutiblemente la escritora de más ventas.
Ha escrito: .- En 2003 publica "La fórmula preferida del profesor", que obtiene varios premios (el Premio Yomiuri, el Premio de las Librerías Japonesas y el de la Sociedad Nacional de Matemáticas). .- "Perfume de hielo" .- "La niña que iba en hipopótamo a la escuela". .- "La residencia de estudiantes" Actualmente vive con su familia en la antigua ciudad mercantil de Kurashiki y se dedica exclusivamente a la literatura.
Datos Técnicos
Editorial: Funambulista Número de páginas: 112 Encuadernación: Tapa blanda ISBN: 9788493904562 Año de edición: 2011 Precio: 9, 50€
Argumento
La narradora, una mujer de la que vamos a saber bastante poco –ni siquiera sabemos el nombre- recibe al principio de la novela la llamada de su primo, al que no ve desde la infancia. Éste quiere trasladarse a la ciudad donde ella vive para estudiar en la universidad y, como no tiene mucho dinero, pretende alojarse en la residencia donde estudió la narradora, la cual tiene entendido que era muy barata. Así que le pida que haga las gestiones para que le admitan allí.
La narradora está casada pero su marido está por trabajo en Suecia. Ella se supone que va a trasladarse allí aunque no está nada convencida. Mientras tanto, se encuentra sola, muy sola, así que la petición de su primo le va a venir muy bien para remediar esa soledad. Va a su antigua residencia, donde se vuelve a encontrar al director, un hombre extraño, sin manos y sin pies pero que, con sus muñones, se las arregla perfectamente para vivir solo, e incluso dirigir la residencia. Una residencia que, eso sí, está de capa caída.
La narradora irá en varias ocasiones a la residencia a visitar a su primo pero nunca consigue encontrarle allí. Eso unido a la desaparición hace unos meses de otro de los residentes hace que el lector empiece a preguntarse si hay algo raro en esa residencia...
Impresiones
"La residencia de estudiantes" es una obra breve. Muy breve, quizás demasiado. Su brevedad unida al estilo rápido y sencillo de la autora hace que se devore en una hora. Quizás por eso, no da demasiado tiempo a meterse en la historia porque, una vez que la empiezas, ya estás a medio camino de acabarla. En mi opinión, le faltan unas cuantas páginas: la historia daba para más, para una novela bastante más larga porque entiendo que, como está, se deja cosas en el tintero
La soledad de la narradora, la enfermedad y la apariencia del senshei (el director de la residencia), el ruido que la narradora oye constantemente, la desaparición hace algún tiempo de uno de los residentes y el hecho de que el primo de la narradora nunca se encuentre en la residencia, crea una especie de entorno claustrofóbico: el lector piensa que se va a encontrar con una novela de misterio, quizás incluso de terror y que éste va a darse de forma concentrada en las últimas páginas. Sin embargo, cuando llegué a la última página, tuve que retroceder y releer las 5 o 6 páginas anteriores porque no entendía muy bien el final. Había leído en alguna reseña que el final era digno del mejor cine de Hitchcok, pero sigo pensando que, o bien estaba medio dormida cuando lo leí (que también), o bien me he perdido algo o no he sabido captar la esencia de la novela porque a mí el final es lo que menos me ha gustado de la novela. Y es que, como digo, no lo he llegado a entender del todo o, quizás, es que me esperaba otra cosa. También es cierto que estoy acostumbrada a leer novela negra y que ésta, que aparentemente podría serlo, no lo es y me ha dejado un poco descolocada. O bien, que me gustan los finales cerrados, con todo completamente claro y resuelto, sin dudas, sin matices, sin lugar para la interpretación del lector. Y no me he encontrado en esta novela un final de ésos. El final no me ha despejado las dudas sino que, al contrario, me ha planteado más de las que me iban surgiendo a medida que leía la novela.
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