Tan femenino como las nubes

Adolfo Caparrós Gómez de Mercado. Doctor  y Profesor de Lengua y Literatura.- A caballo entre la novela y el libro de memorias, El libro de las nubes, de Chloe Aridjis –Editorial Funambulista- se podría tomar también como una crónica viajera.
Así, la ciudad de Berlín se convierte de alguna manera en la protagonista real que va entretejiendo vidas, personas, y hechos en esta novela.
Pero se podría ir mucho más allá, porque El libro de las nubes supone un retrato, mejor dicho autorretrato, en el que su autora, Chloe Aridjis, casi se desnuda presentando todas sus manías, sus problemas laborales, y sobre todo, esas mañanas de domingo en las que el alma se le va a los pies porque no tiene absolutamente nadie con quien dar un paseo, tomar una cerveza o ver una exposición.
En este sentido, las lectoras femeninas se pueden sentir identificadas con algunos de los sentimientos que tan bien plasma la autora en su obra. Por otro lado, el lector masculino quizá comprenda por fin algunas de las reacciones que no solemos entender y que, tal vez, después de la lectura del libro queden más iluminadas.
Y como decía, la ciudad de Berlín es el telón de fondo ideal para un libro como este. Una ciudad fascinante a veces, insoportable y plúmbea otras, con la que la escritora mantiene una relación de amor-odio hasta el último momento.
Creo que la reseña queda así bastante sugerente sin necesidad de que revele más secretos del libro.
En el aspecto formal encontramos una edición sencilla, bonita y manejable que será muy buena compañera en cualquier autobús o sala de espera.
Sólo una última alusión a las nubes, que son protagonistas a su manera y que desde que la marca Evax las agregara a su publicidad han quedado definitivamente ligadas a la feminidad.

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