Un cisne negro en el Vaticano (en 50x7.com)
“Si le gusta la iglesia católica, le encantará este libro. Si le
gustan las buenas historias, le encantará este libro, le guste o no la
iglesia católica. Pero si le gustan tanto la iglesia como las buenas
historias, seguro que le encantará este libro”. Lo dice Peter Kreef, autor de Because God is real, y lo hace respecto a Muerte de un Papa, de Piers Paul Read, el autor del best-seller mundial ¡Viven!, aquel documento sobre la tragedia aérea en Los Andes y el consumo de carne humana.
Nuestro thriller vaticano acaba de salir. Fue un libro que contraté por recomendación de una autora de la casa, Teresa Ruiz,
y ha sido traducido por un futuro autor de la casa, Enrique Quijano.
El postfacio es de Sergio Cuesta, un cónsul que lo mismo te casa que te
hace un postfacio o te presenta un libro, y que podría confundirse con un personaje de una novela de Greene.
Por una vez, y espero que sí sirva de precedente, hoy he venido, como editor, a hablar de mi libro. Nos pide el jefe de sección una novedad. La mía es novedosa por varios conceptos…
Primero, porque el azar ha querido que el libro salga coincidiendo con un cónclave vaticano, que es algo más infrecuente que aquello de “cada muerte de obispo”; además, la novela trata de una conjura para acabar con la Iglesia católica, cosa que algunos “vaticanicinan” desde hace tiempo, y hasta parece que el mutis por el foro curial de Benedictus XVI tenga que ver con ciertos extraños manejos. ¿O qué decir del carismático Papa Paco, el cisne negro que nadie esperaba…?
Al igual que el ya mencionado Graham Greene o un Le Carré, nuestro autor sabe escribir thrillers verosímiles con “factor humano” añadido, sin necesidad de conjuras esotérico-delirantes como las de Dan Brown y sus epígonos. A eso se le llama oficio, o arte, según.
LEER MÁS
Por una vez, y espero que sí sirva de precedente, hoy he venido, como editor, a hablar de mi libro. Nos pide el jefe de sección una novedad. La mía es novedosa por varios conceptos…
Primero, porque el azar ha querido que el libro salga coincidiendo con un cónclave vaticano, que es algo más infrecuente que aquello de “cada muerte de obispo”; además, la novela trata de una conjura para acabar con la Iglesia católica, cosa que algunos “vaticanicinan” desde hace tiempo, y hasta parece que el mutis por el foro curial de Benedictus XVI tenga que ver con ciertos extraños manejos. ¿O qué decir del carismático Papa Paco, el cisne negro que nadie esperaba…?
Al igual que el ya mencionado Graham Greene o un Le Carré, nuestro autor sabe escribir thrillers verosímiles con “factor humano” añadido, sin necesidad de conjuras esotérico-delirantes como las de Dan Brown y sus epígonos. A eso se le llama oficio, o arte, según.
LEER MÁS
Comentarios