"Un cuento de enfermera", de Louisa May Alcott, en Cartagena Actualidad
El pasado día 6 de marzo se cumplieron 126 años de la muerte de L. M.
Alcott. Gran luchadora de las causas sociales. Y que mejor que
recordarla hoy, 8 de marzo.
Louisa May Alcott; autora de Mujercitas, conocida, sobre todo, como novelista de textos moralizantes para adolescentes que han atrapado durante años a multitud de generaciones de jóvenes; nos demuestra en Un cuento de enfermera (inédita, hasta ahora, en español) que no se limitó su trabajo a un único género, sino que fue capaz de desarrollar una obra con suficientes elementos escabrosos y llenos de suspense que atrapa al lector de tal manera que hay que leer y leer para conocer el misterio que atesora la familia Carruth.
Y es que la historia es apasionante, cuesta trabajo separar los ojos del libro, y su desarrollo va presentando, sorpresa tras sorpresa, un argumento muy efectivo hasta llegar a un brillante desenlace, de una fuerza brutal. Un melodrama redondo, recordando a historias de institutrices, líos familiares, secretos varios con la sal de los enamoramientos.
Estilo clásico, elegante y depurado. Nivel alto intentando, en todo momento, transmitir una visión positiva de la vida, aunque lo narrado contenga las desgracias más temibles. Todo esto en un libro que se lee de un tirón. Buena lectura para estas tardes preprimaverales. Nada que envidiar a los mejores textos del siglo XIX y lectura recomendable para todo tipo de lectores.
Kate Show, narradora de esta novela, es una enfermera (como lo fue la propia autora durante la Guerra Civil Americana; de esta experiencia nació “Apuntes del hospital”) contratada para ocuparse de Elinor, la hija pequeña de la familia Carruth, aquejada de una extraña enfermedad mental. Kate intentará desde el primer día entender por qué el joven Robert Steele, supuesto amigo de la familia, mantiene un control absoluto sobre todo lo que ocurre en la casa de los Carruth. Auténtico laberinto de engaños, misterios y pasiones, con un sorprendente final, esta novela de intriga cuasi policial sobre la maldición de una estirpe recuerda algunas de las mejores páginas de Wilkie Collins, las hermanas Brontë o Jane Austen…
A Alcott le interesaban los dramas familiares donde triunfa la fortaleza femenina y en los que puede transferir a sus personajes las ansias de independencia y justicia que siempre la acompañaron como abolicionista y sufragista convencida. A fin de cuentas el hogar de los Carruth está dominado porla figura masculina y opresiva de Steele frente a la que se alza su intrépida heroína que acabará por encontrar en su poder de seducción su mejor arma.
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Louisa May Alcott; autora de Mujercitas, conocida, sobre todo, como novelista de textos moralizantes para adolescentes que han atrapado durante años a multitud de generaciones de jóvenes; nos demuestra en Un cuento de enfermera (inédita, hasta ahora, en español) que no se limitó su trabajo a un único género, sino que fue capaz de desarrollar una obra con suficientes elementos escabrosos y llenos de suspense que atrapa al lector de tal manera que hay que leer y leer para conocer el misterio que atesora la familia Carruth.
Y es que la historia es apasionante, cuesta trabajo separar los ojos del libro, y su desarrollo va presentando, sorpresa tras sorpresa, un argumento muy efectivo hasta llegar a un brillante desenlace, de una fuerza brutal. Un melodrama redondo, recordando a historias de institutrices, líos familiares, secretos varios con la sal de los enamoramientos.
Estilo clásico, elegante y depurado. Nivel alto intentando, en todo momento, transmitir una visión positiva de la vida, aunque lo narrado contenga las desgracias más temibles. Todo esto en un libro que se lee de un tirón. Buena lectura para estas tardes preprimaverales. Nada que envidiar a los mejores textos del siglo XIX y lectura recomendable para todo tipo de lectores.
Kate Show, narradora de esta novela, es una enfermera (como lo fue la propia autora durante la Guerra Civil Americana; de esta experiencia nació “Apuntes del hospital”) contratada para ocuparse de Elinor, la hija pequeña de la familia Carruth, aquejada de una extraña enfermedad mental. Kate intentará desde el primer día entender por qué el joven Robert Steele, supuesto amigo de la familia, mantiene un control absoluto sobre todo lo que ocurre en la casa de los Carruth. Auténtico laberinto de engaños, misterios y pasiones, con un sorprendente final, esta novela de intriga cuasi policial sobre la maldición de una estirpe recuerda algunas de las mejores páginas de Wilkie Collins, las hermanas Brontë o Jane Austen…
A Alcott le interesaban los dramas familiares donde triunfa la fortaleza femenina y en los que puede transferir a sus personajes las ansias de independencia y justicia que siempre la acompañaron como abolicionista y sufragista convencida. A fin de cuentas el hogar de los Carruth está dominado porla figura masculina y opresiva de Steele frente a la que se alza su intrépida heroína que acabará por encontrar en su poder de seducción su mejor arma.
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