"Albert Nobbs" en el blog Memorias literarias desde el país de octubre

La vida singular de Albert Nobbs de George Moore

Título: La vida singular de Albert Nobbs
Título original: The singular life of Albert Nobbs
Autor: George Moore 
Fecha de publicación: 1918
Editorial: Funambulista
Encuadernación: Tapa blanda con solapas 
Páginas: 142


Sinopsis: Dublín, 1860. Albert Nobbs trabaja como camarero en un hotel. Es un ser solitario, reservado y nunca ha salido con mujeres, parece que solo vive para trabajar. Pero una noche en que el hotel se encuentra completo, debe compartir habitación con un pintor que necesita cobijo por una noche. Albert se muestra muy reticente cuando su jefa le da la noticia, pero no le queda más remedio que acceder. En el transcurso de la noche descubriremos, junto al pintor, el porqué de la resistencia del camarero a dormir con él: en realidad Albert es una mujer. Lejos de denunciarlo, el pintor le guarda el secreto, pero sin duda este encuentro marca un antes y un después en la vida de Albert.

Opinión: Este libro se publicó por primera vez en 1918 y lo cierto es que desconozco la reacción del público, pero imagino que no debió pasar desapercibido. Se trata un tema muy comprometido en esa época, que se consideraba pecado y era hasta delito en, por ejemplo, Reino Unido: la homosexualidad. En La vida singular de Albert Nobbs se habla de los derechos de los homosexuales ante el matrimonio o la adopción, e incluso al final se incluye un postfacio de Gonzalo Gómez Montoro, quien también traduce la obra, que se centra en recalcar ese tema. Pero si queréis que os diga la verdad, no creo que eso sea el eje central de la novela. Se habla de ello, sí, es cierto, pero pienso que hay mucho más y que en realidad esta historia de lo que nos habla es de la soledad en su estado más puro y doloroso. 

Albert Nobbs (nunca se dice su nombre femenino), nació mujer, pero desde muy joven se vio obligada a ocultar su identidad y hacerse pasar por hombre para conseguir un empleo en el que poder ganar un sueldo medianamente razonable. Sabe que, si en algún momento se descubre que es una mujer, no podrá volver a trabajar e incluso podría acabar con sus huesos en la cárcel. Por lo tanto, se esconde dentro de sí misma, se guarda su secreto de forma celosa y ello le ha impedido relacionarse con nadie a lo largo de su vida. Es torpe en la amistad, en el amor... En el libro se habla de los homosexuales, pero Albert no lo es porque su identidad está vacía. Es, como le dice el pintor, un "entremedias". Y eso me parece de una soledad absoluta. Tener que ocultar la propia identidad y renunciar a tantas cosas por ello, vivir una mentira y perder la noción de quién eres realmente, todo para que el día de tu muerte se descubra tu secreto cuando no puedas defenderte ni reclamar tolerancia, privacidad ni comprensión. Es triste, muy triste. 
 

Y la cuestión es que esas cosas ocurren en la vida real. Mientras leía el libro me venía a la cabeza una y otra vez James Barry, que fue un cirujano eminente que sirvió al ejército británico con total entrega, pero llegada su muerte en 1865, se descubrió que en realidad era una mujer. En esos tiempos, la mujer no tenía derecho a ejercer la medicina, así que se cree que Barry se empezó a pasar por hombre llegado el momento de ingresar en la universidad. Y casos como ese seguro que los hay a montones. ¿Os imagináis lo que debió suponer para esas personas? Vivir con la obsesión de ocultar la sexualidad para no ser descubiertos, para poder trabajar o cumplir un sueño. Renunciar a todo absolutamente: al amor, a la vida. ¿Alguna de esas personas sería enteramente feliz ante esa situación? Es por ello que os decía que la historia de Albert Nobbs es una historia sobre la soledad y la renuncia. Es muy triste.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El sapo es un príncipe. Y viceversa en Revista de Libros

La historia de Marga Gil Roësset en El Mundo