Reseña sobre "Bajas esferas, altos fondos" en el blog Mis críticas sobre libros leidos
Ficha Técnica
ISBN: 978-84-93985-59-2
384 páginas
Rústica
Tamaño: 16 x 22 cm.
Fecha de publicación: junio de 2012
384 páginas
Rústica
Tamaño: 16 x 22 cm.
Fecha de publicación: junio de 2012
Esta
novela es como una tapicería de un tiempo que casi nos parece
prehistórico: la vida altofranquista española y su prolongación
londinense, evocadas por un autor que vivió de cerca aquel tiempo. Su
acción es como un rompecabezas cuyas piezas, de estricta realidad,
compusieran escenas ficticias, o como un espejo deformante de la más
severa exactitud. Ambos giran en torno a dos ejes —el cabaret de lujo
«Don Juan» y la embajada española—, y dan sabroso gato por liebre a
condición de mantener la seriedad en un tragicómico sainete de falsos
honores y frágiles placeres. Con un estilo barroco e imaginativo, Jesús
Pardo (Santander, 1927), uno de nuestros mejores memorialistas y uno de
los traductores más prolíficos en lengua española, firma con esta novela
una de sus obras más audaz, divertida y original.
Autor
Jesús
Pardo nació en Santander, el cinco de mayo de 1927. Se formó en
colegios e institutos de su ciudad natal y de Madrid, y, tras diplomarse
en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid en 1952, emprendió una
larga carrera como corresponsal, corresponsal volante con base en
Londres, Ginebra y Madrid, delegado en Escandinavia, redactor y
colaborador de las secciones culturales para varios periódicos (Pueblo,
Madrid, Agencia EFE, Cambio 16); trabajos que lo llevaron a viajar por
Europa, Oriente Medio, Unión Soviética, Norte de África, América, y que
lo convirtieron en uno de los grandes conocedores y apasionado cronista
de la cultura y de la historia del siglo xx. Fue también fundador y
director de Historia 16, desde 1975 a 1978.
Empezó su carrera literaria en 1980 con la publicación de la novela Ahora es preciso morir (primera parte de una tetralogía autobiográfica cuyos títulos siguientes son: Ramas secas del pasado, Cantidades discretas y Eclipses), a la que siguieron otras diez novelas, cuatro ensayos y varios libros de memorias y poesía.
Actualmente vive en Madrid y se dedica exclusivamente a esperar a la Muerte y a escribir sus libros y a colaborar esporádicamente en la prensa. Desde el 2002, después de haber traducido más de 200 libros de quince idiomas, ha renunciado a traducir, excepto libros que, por alguna razón, le interesen. También le entretiene el aprendizaje del suahili y del egipcio faraónico y el estudio interminable de su gran pasión: La Comedia dantesca, cuya traducción espera poder terminar en el «castillo de los espíritus magnos» asesorado por Virgilio.
Empezó su carrera literaria en 1980 con la publicación de la novela Ahora es preciso morir (primera parte de una tetralogía autobiográfica cuyos títulos siguientes son: Ramas secas del pasado, Cantidades discretas y Eclipses), a la que siguieron otras diez novelas, cuatro ensayos y varios libros de memorias y poesía.
Actualmente vive en Madrid y se dedica exclusivamente a esperar a la Muerte y a escribir sus libros y a colaborar esporádicamente en la prensa. Desde el 2002, después de haber traducido más de 200 libros de quince idiomas, ha renunciado a traducir, excepto libros que, por alguna razón, le interesen. También le entretiene el aprendizaje del suahili y del egipcio faraónico y el estudio interminable de su gran pasión: La Comedia dantesca, cuya traducción espera poder terminar en el «castillo de los espíritus magnos» asesorado por Virgilio.
Opinión Personal
Temáticamente un contra punto a La Colmena, si uno mostró al pueblo llano el otro a los dirigentes.
Un libro que ha nacido de otra lectura, releyendo a Camilo José Cela con la Colmena que nos mostró la postguerra que tal como la sufrieron el pueblo llano enfocándolo en los campesinos y nos presentó la cara más que amarga de esa época, Jesús Pardo nos muestra esa misma etapa histórica pero cambiando los personajes y el tipo de vida que llevan. Ahora nos vemos con las clases pudientes y los arribistas que supieron hacerse sitio en un régimen totalitario y en un momento preciso de la historia de España.
Un
embajador, ministros, periodistas todos juntos nos muestran como las
oportunidades y los puestos dentro de toda la parafernalia del régimen
no se las llevaban quien valía sino que quien con sus contactos o formas
más o menos legales o incluso saltándose la moralidad que voceaban para
otros y se saltaban ellos, o como se dice castizamente “no hagas lo que
yo hago, haz lo que yo digo”.
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