"El profesor chiflado y Mister Wert", en TodoLiteratura
Para este singular profesor, “el fracaso escolar está en los profesores”. ¡Cuánta razón lleva! Los enseñantes han perdido esa vocación ancestral. Ahora ser profesor es una profesión, no una vocación, salvo honrosas excepciones. Pero no son los únicos culpables. Al poder y, por ende, al Estado, no le interesa la cultura y mucho menos la educación. No le interesa que las personas aprendan a pensar por sí mismas. De ahí que sea flagrante que no se invierta en educación, como no se invierte en ciencia o en investigación.
Por mucho que digan nuestros políticos que se hace, todo es un engaño y una vil manipulación. “Muy pocos políticos trabajan para servir al pueblo”, dice este conspicuo profesor a sus alumnos, que en muchas ocasiones le rebaten sus pensamientos. El profesor no cede ante el empuje juvenil de sus discípulos y les sentencia frases como éstas: La democracia funciona a base de propaganda, marketing, de imagen y de corruptelas. Quien quiera verlo lo verá y quien no, podrá seguir mirando a un lado.
Pero no sólo nos encontramos con las ideas de Tónico en el libro. Por sus páginas se desliza una trama en la que el profesor quiere ayudar al hijo de un barrendero urbano que sufre acoso en su colegio. Un mal cada vez más presente en nuestros colegios e institutos. Esa trama deviene en una acusación de pederastia y necrofilia hacia el profesor, lo cual hace que los instintos más primarios afloren por parte de algunos alumnos y profesores del colegio donde imparte sus clases.
A toda persona singular, se la ha de buscar sus puntos débiles. Eufrasio Tónico los tiene, como todo ser humano, pero precisamente su acusación no parece justa. Tomás García Yebra en El profesor chiflado y el señor Wert se muestra valiente. Tocando temas polémicos, e incluso peligrosos, pero como dice el mismo profesor: Los escritores tienen que ser valientes y expresivos. El autor no puede por menos que hacerse reflejo de los propios consejos de sus protagonistas.
La sátira y el sentido del humor están presentes a lo largo de toda la novela. Tomás García Yebra quiere que el lector piense por sí mismo. Que abandone las creencias personales en las que se mueve la política, el fútbol o la religión, para que descubra lo que hay más allá de lo que nos imponen en los medios de comunicación. Por eso mismo, este libro no saldrá en muchos de los medios convencionales. Todo lo que es distinto es peligroso.
LEER MÁS
Comentarios