“Las segundas criaturas”, de Diego Cornejo Menacho, Revista de Letras



Las segundas criaturas.
Como dejó escrito Marcelo Chiriboga en su novela La caja sin secreto: “Ninguna vida es una novela, pero para vivirla nada hay mejor que una novela”. Y es conocido que Chiriboga, según reveló Carlos Fuentes al escritor ecuatoriano Jorge Enrique Adoum, es una invención de José Donoso. “Era el miembro que le faltaba al boom”, sentenció Fuentes. Y Diego Cornejo Menacho (Quito, 1949) publica Las segundas criaturas en España (ya lo hizo en 2010 en Ecuador) novelando la infancia de Marcelo Chiriboga en Riobamba, sus estudios en Quito, su cambio de nombre, su toma de conciencia política y su triunfo literario hasta conseguir el premio Cervantes y morir en el olvido. Ello lo hace de la mano de su agente y amiga española, catalana, Nuria Monclús, “La Polaca” en la novela. Una agente que es trasunto de la editora que trajo el boom latinoamericano a la península, ¿Carmen Balcells? Aunque, como recuerda el autor al inicio de la novela, los personajes son seres de ficción, seudónimos que  provienen de una visión infundada de la vida. Si poder evitar el parecido entre la literatura y la realidad, claro está.
Las segundas criaturas de Cornejo Menacho completan la invención de Fuentes y Donoso desde la ironía. El jardín de al lado y Donde van a morir los elefantes, de Donoso, son las obras donde este personaje comienza a respirar. Una broma conjunta con el objetivo de conseguirle a Ecuador un representante en el boom. Posteriormente a las obras de Donoso, Fuentes continuará con el mito en su Diana o la cazadora solitaria, introduciéndolo en esta obra autobiográfica. La novela de Cornejo Menacho comienza con los últimos días de Chiriboga en París, construyendo la vida del escritor desde su inicio y sirviéndose de los espacios creados por Donoso y Fuentes para darle ficción a su recorrido. La broma continúa. Y construye la historia sirviéndose de referencias continuas, también burlonas, a la vida de Fuentes, a la obra de Donoso (al inicio, su esposa Adéle de Lusignan está leyendo Donde van a morir los elefantes), a las relaciones amorosas de Fuentes, en concreto con Jean Seberg, al ánimo pecuniario de Nuria Monclús, a la repercusión de su obra La caja sin secreto, su expulsión de México y su llegada a París, a Roma, su amistad con Oquendo, la invisibilidad de la literatura ecuatoriana en el mundo hispanohablante, sus preferencias políticas que le llevaron a ser rechazado por los comunistas y no aceptado por los liberales burgueses, la ayuda que recibe del embajador Benjamín Carrión para lograr la supervivencia, el éxito de su obra y el olvido posterior…

Chiriboga es el boom.  Homenaje al boom. Conquista de la posición literaria. Oportunismo. Decadencia. Una mirada descarnada a Ecuador. Y a los cenáculos e intereses literarios, económicos. Y el autor de Las segundas criaturas no sólo nos presenta la vida y obra del “supuesto” premio Cervantes, sino que logra alzar alrededor de Chiriboga, junto a los otros personajes principales Adéle y la agente Nuria Monclús, una visión completa sobre su país en la segunda mitad del siglo XX y sus momentos políticos y literarios. En ello se adivina la visión de periodista de Cornejo Menacho, que como apuntó Eduardo Varas: “… está preso en la dicotomía ecuatoriana, entre ser un periodista en el ojo del huracán de estos días y un novelista impresionante”. Su estructura es compleja, sin concesiones. El lenguaje del que se sirve para completar el corpus literario del personaje creado por Donoso y Fuentes es preciso, está cargado de ironía y referencias con doble lectura, segundas interpretaciones tras el sarcasmo que hacen que la novela pueda ser analizada en el contexto del boom una y otra vez, y que en cada lectura se descubran nuevos detalles que son referencias a ese movimiento literario y a las circunstancias que lo rodearon. Pero Cornejo Menacho lo hace desde el paso del tiempo, que siempre da elementos más precisos para sus análisis, apartados de las euforias literarias que constituyen los movimientos literarios en el instante de su irrupción.  Las segundas criaturas, por lo tanto, se convierte en una obra clave para saber quién fue Chiriboga, qué latía en el boom, y por qué llegó a ser uno de los autores más exitosos. El objetivo del autor apócrifo, queda claro, era “… escribir buenas novelas, y en todo caso recibir reconocimientos por su literatura, y que, si eso era ser burgués de mierda, él no podía hacer nada”.

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