"Luz, oscuridad y sexo", artículo sobre "La noche sexual", de Pascal Quignard
La luz y la oscuridad son las dos caras diferenciadoras de la vida y la muerte.
En el arte, plástico, pictórico y fotográfico, las interacciones de
ambas suponen el abanico más extenso de significaciones y significados. El sexo es lo que los une a todos.
Editado por la editorial Funambulista, La noche sexual se presenta como un memorándum lírico sobre los conceptos, los iconos y los extractos del ideario natural que al hombre y al arte sitúan en el entorno sexual. Pascal Quignard deambula por su libro mostrándonos destellos de los contrastes más extremos de ambos y alzando al lugar merecido al único componente que intercede entre ambos; el sexo.
El propio Quignard cuenta que su interés por publicar el libro se
vio acrecentado tras su visita a Estados Unidos, que coincidió en el
tiempo con la votación de la ley americana “contra las imágenes
indecentes”. Al amparo de su extensa obra y con la pretensión de
extender una protesta, aparecieron la mayoría de capítulos que integran
el libro.
Aurora consurgens, ilustración alquímica del siglo XIV
La extensa colección de piezas de arte del autor relacionadas con la
sexualidad componen un paseo al mundo interior del ser humano y la
potestad del sexo como integrador y segregador del hombre a través del
propio hombre.
Ya lo sentencia la propia traductora del libro, Paz Gómez Moreno, sobre su tarea desbordante; “traducir “La noche sexual” es traducir la guerra encarnizada que lleva a cabo el lenguaje literario contra la misma materia que lo conforma.”. Y es que Quignard establece en los veintisiete capítulos del libro su relación con el lenguaje, y el lenguaje de este con el tema tratado, con la lucha de la luz y la oscuridad que se lleva todo el libro y la violencia sexual que surge de la refriega.
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Editado por la editorial Funambulista, La noche sexual se presenta como un memorándum lírico sobre los conceptos, los iconos y los extractos del ideario natural que al hombre y al arte sitúan en el entorno sexual. Pascal Quignard deambula por su libro mostrándonos destellos de los contrastes más extremos de ambos y alzando al lugar merecido al único componente que intercede entre ambos; el sexo.
Aurora consurgens, ilustración alquímica del siglo XIV
Ya lo sentencia la propia traductora del libro, Paz Gómez Moreno, sobre su tarea desbordante; “traducir “La noche sexual” es traducir la guerra encarnizada que lleva a cabo el lenguaje literario contra la misma materia que lo conforma.”. Y es que Quignard establece en los veintisiete capítulos del libro su relación con el lenguaje, y el lenguaje de este con el tema tratado, con la lucha de la luz y la oscuridad que se lleva todo el libro y la violencia sexual que surge de la refriega.
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