Reseña sobre "La confesión de Claude", la primera novela de Émile Zola
Si tomamos la novela como objeto de
entretenimiento, y no de estudio, tendremos la ocasión de presenciar un
aviso referente al error de enamorarse apasionadamente de quien no se
debe.
Y es que, en La confesión de Claude, de
Émile Zola –Editorial Funambulista- encontraremos todos los errores
propios de la inexperiencia que, en mayor o menor medida, hemos cometido
todos.
Son errores narrados y vividos ya que se
trata de la primera novela del escritor francés, y aunque Sergio
Torremocha menciona errores de principiante en la redacción, que los
hay, ya quisiéramos más de uno escribir una “Opera Prima” como esta. El
argumento nos presenta a un muchacho que emigra del campo a París, una
ciudad idealizada que pronto mostrará todos sus inconvenientes. Pobreza,
frío, suciedad, hambre.
El único consuelo en ese contexto es la
aparición de una prostituta de la que el protagonista -Claude- se
enamorará perdida e irresponsablemente, ya que estos amores le
conducirán a la más absoluta demencia y al sufrimiento. Para completar
este universo mencionaremos a otra pareja vecina en la que es el amigo
de Claude quien ejerce el rol déspota, y ella, Marie -su correspondiente
“chica del río”- la víctima sufridora.
Cerrando el grupo encontramos a una
alcahueta llamada Pâquerette que enreda a su antojo a unos y otros,
sacando, como siempre que aparece un personaje así, buen beneficio de
todos sus servicios. Se trata de una novela epistolar, escrita desde la
experiencia personal que nos hace ver que la fama, en algunos casos,
viene precedida de sacrificios y sufrimientos.
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