"El hundimiento", de Francis Scott Fitzgerald, en la Revista Sonograma
En la obra de Francis Scott Fitzgerald (1896-1940), las melodías se diluyen en los contornos de una literatura que abarca el discurrir de la existencia en términos de rebelión y decepción. «Está claro que vivir consiste en hundirse poco a poco”.
El Hundimiento, este bello tríptico reeditado por la editorial Funambulista, traducido por Max Lacruz e Isabel Lacruz, que incluye The Crack-Up (revisada por Edmund Wilson, editor y amigo del autor), Handle with Care y Putting It Together nos enseña algo más que la quiebra de la naturaleza humana. Son textos autobiográficos, escritos a mediados de los años treinta, del novelista norte-americano que se convirtió, con un talento narrativo indiscutible, en el exponente de la era del Jazz; sus fascinantes cuentos (1922) así lo confirman. El éxito imparable, su vida opulenta y su caída marcaron el transcurrir de su trágico destino, un repentino dolor agudo del alma.
Nacido en Minnesota, en el seno de una familia de origen irlandés, Fitzgerald se casó con la escritora Zelda Sayre, su musa inspiradora, con quien mantuvo una relación muy compleja; con ella vivió experiencias de exceso de una gran dureza: la fascinación y los estragos del éxito, la locura de Zelda, su propio alcoholismo y una acelerada postración anímica que le llevó a un progresivo hundimiento espiritual.
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