Rescate de lo que fuimos
A veces vivimos de espaldas a nuestro pasado, la curiosidad por saber de dónde venimos no es lo suficientemente fuerte cuando nos queda toda la vida por delante. Un día tu padre o tu madre dejan de recordarte quién fuiste, esos ecos del pasado se apagan y, de repente, aparece una extraña fuerza que te impulsa a recuperar las voces que no atendiste , las historias que no te interesaron y sin apenas darte cuenta reconstruyes lo que creíste ya desaparecido. Reconstruyes las vidas de ellos, de los padres, de los abuelos, de los que se fueron, e inicias un viaje fascinante de aprendizaje. Y es que, a veces, los muertos están mucho más presentes en nosotros mismos de lo que creemos, tienen un poder extraño que nos fortalece. El legado de mi padre se limita a un montón de libros, algunas traiciones, una generosidad inmensa y tres ideas que son tres faros en mis peores momentos de oscuridad. «Toma —me dijo—, lee lo que escribió tu tío abuelo, lee, e...