Es algo así como un flechazo. Uno ve el título, toma el libro en sus manos, lee la sinopsis y sabe que dentro hay una historia que debe conocer, a la que debe rendirse. Suena una campanilla. No sé cómo llamarlo, pero los síntomas son inequívocos: el pellizco en el estómago, el calor en la cara, la atracción inmediata. Así podría resumirse mi primera impresión con Lecturas de rehenes , escrito por la reconocida escritora Yoko Ogawa –autora de la espléndida La fórmula preferida del profesor - y publicada por la editorial Funambulista. El planteamiento es absolutamente conmovedor: nueve personas secuestradas (y a punto de morir) deciden contar en voz alta un momento concreto de sus vidas, a veces no especialmente trascendente, pero que los ha marcado de alguna manera. Y en los recuerdos que afloran están la presencia de la muerte, la magia por todas partes, las casualidades y los pequeños gestos. Porque la memoria es arbitraria, y graba a fuego la cara de un desconocido, el colo...