Dos artículos sobre Entre hienas", de Loreto Urraca

La mejor manera de esconderse es pasar desapercibido entre una multitud, a plena vista. Pero eso es imposible para Loreto Urraca (Madrid, 1964), propietaria de un apellido poco frecuente y que llama la atención. Si se hubiera apellidado López, García o Martínez, seguiría siendo una funcionaria del ámbito de la propiedad intelectual que vive en El Campello después de haber estudiado Filología Hispánica en la Complutense. Pero desde el colegio ya supo que su apellido era “feo, raro, sonoro y ridículo”. Y fácil de identificar. Tanto, que la relacionó inequívocamente con su abuelo, Pedro Urraca, agente policial enviado por Franco a Francia con la misión inicial de localizar y detener a destacados dirigentes republicanos en el exilio. Con otro apellido, no habría tenido que profundizar en las andanzas de su abuelo, a quien apenas conoció en vida. Con otro apellido, no habría escrito su primer libro, Entre hienas (Editorial Funambulista), en el que rinde cuentas con su antepasado y que ayer presentó en la librería Pynchon&Co de Alicante. Con otro apellido, no se habría implicado en la necesidad de preservar la Memoria Histórica desde el otro bando. Desde el bando del que nadie habla. El de los nietos de los sublevados.

“Me tropecé con la historia en un reportaje de El País, titulado El cazador de rojos, ilustrado con una foto en la que reconocí a mi abuelo, Pedro Urraca”, recuerda la escritora madrileña. “Yo no tenía relación con él, porque mi padre nos había abandonado cuando yo era pequeña y apenas sabía nada de mi familia paterna. El reportaje se basaba en una tesis doctoral en la que se demostraba que mi abuelo pertenecía a una agencia policial de la España de [LEER MÁS EN http://elfarodelimpostor.com/la-memoria-del-otro-bando/]

LA COLABORACIÓN DEL FRANQUISMO CON LOS NAZIS EN LA FRANCIA OCUPADA

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