Se puede ser una persona con prestigio, un traductor reconocido, un miembro de dos academias de la lengua, la española y la alemana, y , al mismo tiempo ser un descubrimiento literario? Parece que sí. Miguel Sáenz (Larache, Marruecos, 1932) lo ha hecho: sorprender, a los 85 años, cuando ya se está en la recta final de la vida, con Territorio (Funambulista) , una pequeña obra que es memoria, recuerdo, historia, relato y testimonio. Él, que ha traducido a escritores como Franz Kafka, Bertol Brecht, Thomas Bernhard, Günter Grass y Peter Handke, y a otros autores de lengua francesa e inglesa, como Faulkner y Rushdie, además de traductor en la ONU. “Desde hace medio siglo paseo por el mundo una novela (…)”. Así comienza Sáenz para llevar de la mano al lector a través de su novela construida con la finura de los recuerdos y la delicadeza con la que los repasa para configurar un territorio que es lugar, Sidi Ifni, y también infancia. Allí vivió como hijo de un ge...