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Mostrando entradas de septiembre, 2014

'Li' en la revista Vísperas

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Nicos Cavadías (Manchuria, 1910- Atenas, 1975), el afamado poeta griego “del mar”, compuso la novela corta Li en la navidad de 1968, en Cefalonia, la tierra natal de sus padres, adonde había viajado después de treinta y cinco años de ausencia. Se trata de una obra que quedó inédita y que no se publicaría hasta 1987, junto a otras dos novelas cortas, también inéditas: Sto alogó  mu y Tu polemu . Antes, en 1954, había escrito -y publicado- su única novela larga: La guardia . Sin embargo, su fama se debe a su producción poética. Marabú , su primer poemario, de 1933 (y escrito con veintitrés años) fue acogido con gran entusiasmo por el público griego (y además sería este el apodo por el que se le conocería en adelante - Marabú -, que significa “ave de mal agüero”). Igualmente sucederá con su segundo poemario, Pusi ( Calima ), publicado en 1947, pues que conectará de inmediato con el lectorado griego. Tras su muerte, en 1975,

"El museo del silencio", de Yoko Ogawa

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La editorial Funambulista celebra sus diez años de vida con la nueva novela de uno de sus buques insignia, Yoko Ogawa, que además representa a la perfección las señas de identidad y el tipo de libro que aporta Funambulista. Por otro lado, se acerca el Día de Difuntos y no es de extrañar que encontremos en nuestras librerías favoritas títulos que rindan homenaje a los seres queridos. Así, en El museo del silencio , de Yoko Ogawa –Editorial Funambulista- tendremos la oportunidad de conocer cómo viven en Japón la relación con el más allá. Evidentemente, allí hay bastante ateísmo y la religión dominante es la budista. Por lo tanto, la relación con los seres queridos es mucho más espiritual y simbólica. El misterioso museo que da título al libro consiste en un espacio dedicado a los objetos más relevantes relacionados con las personas que van muriendo en el pueblo. Desde que la anciana protagonista, alma máter del museo, arrebatara sus tijeras de podar al jardinero de

En Librópatas una reseña sobre 'El museo del silencio', de Yoko Ogawa

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Ogawa entre lo inquietante y lo siniestro: El Museo del silencio Reunir en un museo objetos y formar con ellos una colección, conservarlos en las mejores condiciones para que el público pueda observarlos dentro de sus vitrinas…  Labores que forman parte del trabajo de cualquier museógrafo . Pero los objetos de los que hablamos cuentan con una particular procedencia: han sido sustraídos a los habitantes del pueblo en el momento de su muerte. El protagonista y narrador de ‘El museo del silencio’ deberá continuar la labor que durante toda su vida ha llevado a cabo la anciana que es su empleadora: reunir los objetos de sus vecinos, tras la muerte de estos. Una labor que su delicado estado de salud le impide realizar y que dejará en manos del joven. Todos los objetos recopilados a lo largo de su vida poseen una historia que la anciana conoce muy bien, una historia que representa la vida de las personas a las que perten

Las correciones de Chejov a Gorki

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La lectura de la correspondencia entre Chejov y Gorki nos permite tener una idea cabal del tipo de relación que mantuvieron, una relación amistosa y cordial, de admiración mutua, en la que Chejov cumplía el papel de maestro y Gorki el de discípulo. Fuente: Wikimedia commons Para Gorki era un honor, un privilegio, contar con la lectura atenta de Chejov, y le mandaba algunos de sus textos en busca de una opinión sincera. Este cumplía el encargo con una carta plagada de correcciones y consejos. Normalmente, empezaba con algún elogio antes de resaltar los defectos que había encontrado. Así lo hizo en una misiva fechada el 3 de diciembre de 1898 (por aquel entonces Chejov tenía 38 años y Gorki 30). “Me pide mi opinión sobre sus cuentos. ¿Mi opinión? Un talento indiscutible y también auténtico, un gran talento. Por ejemplo, en el cuento En la estepa ese talento se manifiesta con una fuerza extraordinaria, hasta tal punto que he sentido envidia, que habría querido escr

Funambulista es la editorial del mes en la Librería Lé de Madrid

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En la segunda jornada de las Converses a Formentor se habla también de 'Amarga Luz', de Marga Clark, "un libro de gran belleza estilística, con una prosa poética"

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´El artista es el diablo´ Valentín Gómez, Pere Joan, Antonio Lucas, José Ovejero y Chantal Maillard, que con la frase del titular provocó reacciones de todo tipo entre el auditorio, participaron en una amena mesa redonda en torno a la destrucción y el sufrimiento humano Antonio Lucas, Valentí Gómez, José Ovejero, Pere Joan y Chantal Maillard, ayer en el salón Orfeo del hotel Formentor. Manu Mielniezuk G. Rodas Palma ­La segunda jornada de las Converses a Formentor transcurrieron entre la "perdición" y la "destrucción", temas elegidos por Basilio Baltasar, director de la Fundación Santillana –institución coorganizadora de esta cita literaria– para debatir sobre el destino del mundo en la narrativa contemporánea. Ya se encargó Basilio Baltasar de aclarar, en el saludo de bienvenida a los autores, críticos, editores y lectores, que este año tocaba "meditar en la catástrofe, porque hoy nuestra inquietud es apocalíptica. Nos interes

Conversaciones con Nadie. El premio Herralde de Novela, de Jordi Bonells.

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'El caso del bar Balto', de Faïza Guène, en el blog De tinta en vena

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No es la primera novela que leo de la editorial Funambulista y me sigue llamando la atención el formato de sus libros, más pequeño de lo habitual, con tapas en mate en color azul o amarillo, una pequeña fotografía y un titulo casi siempre poco habitual. Pero quizás lo que más me sigue sorprendiendo es la calidad de las encuadernaciones, en una letra aceptable y unos márgenes generosos, que para nada perjudican la vista. El tamaño y la longitud lo hacían ideal para los  traslados laborales en transporte público, y además la novela se encuadraba dentro de mi género favorito, la novela negra. Tantas excelencias reunía que todavía no entiendo porque ha estado en mi estantería dos largos años. Reconozco que también me llamó la atención  su autora, a la que yo no conocía, ni había oído nombrar a pesar de haber conseguido premios con sus novelas anteriores. Una vez terminado  el libro puedo reconocer que me ha sorprendido tanto el contenido como el continente. Me he encontrado