"Hijos y padres", la nueva novela de Félix Teira, en Libros y Literatura
No
es la primera vez que leo a este autor que, por lo general, nos suele
acercar al mundo de los jóvenes, concretamente al de los estudiantes, a
quienes tan bien conoce por su condición de profesor de secundaria.
Aunque para todos ustedes reseñé, precisamente, su novela menos juvenil,
Laciega.com.
Pero claro, en su día, hablándoles de
ese libro, ya divagaba yo sobre la eterna juventud que algunos padecen
en estos tiempos. Pues bien, de aquellos padres que crecieron lo justo,
créanme, igual que pasa con los famosísimos Simpson, nacieron críos que
han tenido que ir adaptándose a esos padres y a sus circunstancias… y a
pesar de todo son buenos chavales con grandes corazones…
Félix Teira conoce y comprende bien ese ambiente en el que se mueven los jóvenes de 15 a 18 años, y de eso nos hablará en “Hijos y padres”. La crisis se va haciendo presente en sus vidas urbanitas, golpeando de forma violenta su discurrir monótono y acomodado.
En esta obra, narrada de forma coral por
varios de sus protagonistas, nos van contando cada uno de ellos como
les va calando esa crisis, dándonos un enfoque de lo que ellos perciben
en su entorno más próximo, la familia, los amigos, las clases… Y en
todas partes verán escasez económica pero sobre todo escasez de valores y
formación moral.
Estos días pensaba que es fácil hablar de la crisis de valores cuando uno lo hace desde una posición acomodada. Sí, escucho hablar de que la verdadera crisis que estamos sufriendo es la de valores, y es cierto, yo también lo creo, pero cuando uno no tiene un sueldo que llevara su casa creo que hay cosas que pesan más. El libro refleja bien algunas cuestiones de esta situación que estamos viviendo.
Uno de los chavales, apodado Gemelo, ve
como un abuelo que vivía olvidado en el pueblo, y que debería haber
terminado sus días en una residencia, acaba en su casa por amor a esos
1400 eurillos que cobra cada mes. O el caso de Aguirre, que no hablaré
de lo que siente al descubrir las infidelidades de su padre, sino de
cómo se comportan tanto él como su familia con su hermano, un chaval con
síndrome de Dawm e importantes deficiencias físicas, de lo importante
que es la Ley de dependencia para que las familias no se quemen, para
que todo el mundo pueda disponer de ratos de convivencia de calidad, y
que la liberación de la mujer sea absolutamente real… Y el libro también
nos hablará de madres que mueren, y chicas que crecerán necesitadas de
todo el amor del mundo …
Y revoloteando por todas las crisis del
mundo están las suyas propias, porque son adolescentes, esos que están
en edad de querer estar tirados en un sofá mirando lo peor de la tele,
esos a los que en el peor de los momentos les pedimos el máximo de los
esfuerzos… y concentración… Pero ellos y ellas son una amalgama de
hormonas que también sufren.
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