"Una joya literaria en sus apenas 144 páginas" (La vida singular de Albert Nobbs, de George Moore en el blog Carmen y amig@s)



Como muy dice el psicólogo argentino gestáltico Jorge Bucay, al que admiro profundamente, todo hombre y toda mujer, para lograr la madurez, el equilibrio, la plenitud, debe poder responder a estas tres preguntas:

- ¿Quién soy?
- ¿Qué quiero hacer con mi vida?
- ¿Con quién quiero compartirla?

Y además de estas cuestiones debería tener claro su relación con sus padres, con la muerte y con su propia sexualidad. 

Y el pobre Albert Nobbs, el protagonista de La vida singular de Albert Nobbs, no parece tener nada de esto claro. Albert lleva trabajando unos ocho años en el hotel Morrison's, en Dublín. Es un empleado entregado absolutamente a su trabajo y sin vida privada fuera del hotel, en el que también vive. Todos lo conocen como Albert pero él esconde un secreto: es ella, es una mujer de mediana edad, no especialmente atractiva, que se ha visto en la necesidad de hacerse pasar por hombre para conseguir un trabajo que le diese independencia, tras un pasado duro y con un futuro incierto. Nos encontramos en la década de 1860.

George Moore (1952-1933)
Pero todo cambia y posibilidades de una nueva vida, que nuca se había planteado, se abran ante ella (es curioso que en toda la novela no lleguemos a saber su verdadero nombre), cuando una noche tiene que compartir habitación con Hubert Page, un pintor de brocha gorda que ha venido trabajar al hotel.

El tema de la homosexualidad, del matrimonio homosexual (recordemos que la novela fue publicada en 1918) es enfrentado con una asombrosa naturalidad, tratándose además de homosexualidad femenina, si bien no en profundidad. La homosexualidad aparece más bien como resultado de la tremenda necesidad de compañía y no hay una verdadera reflexión de los personajes sobre su verdadera identidad sexual.

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