Strindberg en Sonograma Magazine
No
solo es un placer, sino un auténtico gozo leer el apasionado prefacio
escrito por Elda García-Posada sobre la biografía de August Strindberg,
escrita por el periodista y bibliotecario Jordi Guinart. Nadie mejor que
Elda podría describirnos la zozobra que debió sentir ella misma cuando
se hizo consciente de que, definitivamente, una figura o espíritu
tutelar la iba a acompañar siempre; lo que en sueco se nombra con la
palabra fylgja. August Strindberg ha acabado siendo su fylgja. Esto da una sensación envidiable de fuerza y de placidez.
Guinart, que acaba de publicar Strindberg. Desde el infierno en la editorial Funambulista, es especialista en la obra del fascinante escritor sueco; conoce sus obsesiones, su imaginación, sus ambiciones, sus adulterios, sus hogares perdidos, sus paseos por el jardín botánico de París, su piano, su estancia en Lund, sus experimentos alquímicos y lingüísticos…Guinart lo sabe casi todo, de August. Se trata de la primera biografía en castellano del escritor y dramaturgo sueco; un hombre que conservó intactas todas las rarezas de una alma perdida en una noche fría, helada, glacial; un espíritu libre que anhelaba que la divinidad se apoderase de él.
No debió resultar nada fácil escribir una biografía sobre Strindberg, un hombre tímido y sensible con una personalidad arrolladora y compleja -con algún trastorno psíquico- que utilizó el arte para mostrar la crueldad de la vida. Sin más.
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Guinart, que acaba de publicar Strindberg. Desde el infierno en la editorial Funambulista, es especialista en la obra del fascinante escritor sueco; conoce sus obsesiones, su imaginación, sus ambiciones, sus adulterios, sus hogares perdidos, sus paseos por el jardín botánico de París, su piano, su estancia en Lund, sus experimentos alquímicos y lingüísticos…Guinart lo sabe casi todo, de August. Se trata de la primera biografía en castellano del escritor y dramaturgo sueco; un hombre que conservó intactas todas las rarezas de una alma perdida en una noche fría, helada, glacial; un espíritu libre que anhelaba que la divinidad se apoderase de él.
No debió resultar nada fácil escribir una biografía sobre Strindberg, un hombre tímido y sensible con una personalidad arrolladora y compleja -con algún trastorno psíquico- que utilizó el arte para mostrar la crueldad de la vida. Sin más.
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