El relato cacereño de los amoríos de Pessoa

Lisboa absorbe al visitante y cierto es que Fernando Pessoa forma parte imprescindible de su realidad más feroz. Quizá por este motivo, tras su primera toma de contacto con la ciudad portuguesa en su obra Tal vez se llame Lisboa (2006, editorial Funambulista), el escritor Luis Morales (Cáceres, 1971) tropieza con la figura del escritor y no puede apartar su sombra de él. Tanto es así que se atreve a indagar en los entresijos de su vida amorosa y construye un relato paralelo Un amor como este (2015, Editorial Funambulista).
Con esta obra, el autor pretende acercar la relación del poeta portugués con Ofélia Queiroz, la que fue "el gran -y único reconocido- amor de su vida". Según pone de manifiesto la editorial, este trabajo es "la reconstrucción literaria, fiel y documentada de aquel amor, pero es también una biografía encubierta del escritor". Curiosamente, el escritor cacereño reconoce que no sentía especial devoción por el poeta debido a su imagen explotada y "por el pesimismo contagioso que destilan sus escritos". "Le cogí verdadera manía en mis años universitarios", añade. Fue entonces cuando un amigo le regaló una biografía de Pessoa y se vió embarcado en una empresa que él mismo califica de "ambiciosa", una labor que "marcará mi antes y después como autor", apostilla.
"Hace frío en todo cuanto pienso". Con esta frase rescatada del Libro del desasosiego pone Morales en funcionamiento el motor de la obra con un relato claro, sin grandilocuencia, que demuestra que la virtud literaria no está reñida con los frecuentes escritos laberínticos que desbordan estanterías. A partir de ahí y tras el prólogo, también firmado de su pluma, da rienda suelta a la versión "fidedigna" del amor entre el bastión de la literatura portuguesa y la joven "de brazos y piernas rollizas, labios carnosos y sensuales, y ojos despiertos".

Por amor a Lisboa
En definitiva, la tercera novela del escritor cacereño pretende ser reflejo de un doble homenaje con un "tratamiento riguroso de los hechos y un profundo respeto hacia los protagonistas", hacia Lisboa "y a todos -concluye- los que, ridículos, como dijo el propio Pessoa, han escrito alguna vez cartas de amor".
En la que presenta como "una declaración de amor a la ciudad", Morales desvela la correspondencia que ambos se enviaron durante su idilio -48 de Pessoa y 246 de Queiroz-. Estas últimas, desconocidas hasta ahora, permiten añadir un componente al relato, "reivindicar a la persona que había detrás de la destinataria de la misivas", como afirma el escritor en alguna entrevista anterior.
Luis Morales publicó su primera novela La extrañeza de un cielo que no es el tuyo en 2004. Entre tanto, en 2013 escribió Oz revisitado y un año más tarde, una antología de fragmentos del Libro del desasosiego que subtituló Un día en la (no) vida de Bernardo Soares .

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