Sosa Wagner: "Todas las mañana entro a la Catedral a dar gracias por no tener que ver con UPyD" (iLeón.com)

El exeurodiputado ha publicado un libro donde purga los pecados de su etapa en el Parlamento Europeo y la polémica interna en UPyD. Asegura ante el nuevo ciclo electoral en España que "debemos tomar nota de la cultura de pactos de la Unión Europea".

El escritor, catedrático y exeurodiputado Francisco Sosa Wagner acaba de publicar 'Memorias europeas. Mi traición a UPyD' (Editorial Funambulista) , un libro en el que narra sus más de cinco años en el Parlamento Europeo y su abrupto encontronazo con la líder de la formación magenta, Rosa Díez, que desembocó en su dimisión en octubre de 2014. Explica los detalles de su singladura en esa formación y en su escaño europeo, y su visión del panorama político actual español con la irrupción de Podemos y Ciudadanos, formación de la que se declara simpatizante. Sosa Wagner, siempre irónico, aboga por la cultura de pactos en torno a programas concretos no en torno a etiquetas ideológicas porque, dice, "ser de derechas o de izquierdas las 24 horas es muy aburrido".
¿Qué puede esperar el lector cuando compre este libro?
Tengo que advertir que es un libro que no sólo habla de Rosa Díez y de UPyD. Es más complejo que eso. Es el resultado de un diario, en realidad un semanario, que escribí durante los más de cinco años que estuve en el Parlamento Europeo. Tomaba notas y contaba todo lo relevante que había hecho durante la semana.
¿Qué le motivó a escribirlo?
Las personas que tenemos afición a escribir, en mi caso más que afición, y que hemos ocupado puestos relevantes en lugares donde se deciden cosas importantes, casi diría que tenemos la obligación de hacer estas cosas porque la historia se construye así, sobre la base de diarios, de memorias, de epistolarios.
Es decir, ¿es un libro con vocación de supervivencia en el tiempo?
Sí, porque ahora este libro lo podrán leer 500 o 1.000 personas, ojalá lo lean 50.000, pero estoy seguro que dentro de unos años seguirá teniendo valor, porque cualquier persona que se acerque al mundo europeo lo va a valorar.
¿Y qué cuenta?
El libro tiene muchos ingredientes de la política europea, también de la nacional; tiene ingredientes literarios, musicales -porque soy muy aficionado a la ópera-, tiene los viajes y ciudades que describo. Es decir, tiene mucha literatura, porque soy muy aficionado a la literatura.
Muchas veces las memorias cuentan cosas que nunca le hubiera contado a un periodista en el momento en que se producían, ¿éstas son así también?
Pues sí, sin duda. Yo me sinceraba cuando me ponía a darle a las teclas y ahora, cuando lo he releído, lo he dejado prácticamente intacto. Alguna cosa he quitado, pero más que nada porque veía repeticiones de temas que ya había tratado.
¿Qué refleja en las memorias que ahora puede contar y entonces no?
Por ejemplo, cuando estaba haciendo un informe para el Parlamento Europeo de las interconexiones energéticas en Europa, que afectaba mucho a España y Portugal. Si me hubieran preguntado en medio del fragor, en plena redacción del informe, pues evidentemente no lo hubiera contado porque estaba pendiente de que el Parlamento lo sancionara y aprobara.
¿Las instituciones europeas están alejadas del ciudadano o el ciudadano las percibe como algo lejano?
No, el ciudadano las percibe lejanas porque no se quiere enterar y no quiere informarse. Si entra en la web del Parlamento Europeo y mira lo que se está decidiendo ahora mismo, se va a enterar de lo alejado que está. Por ejemplo, esta semana se está celebrando un pleno en Bruselas. Cualquiera de los 500 millones de ciudadanos de la UE puede ver lo que se está hablando y decidiendo. El Parlamento y las demás instituciones europeas son extraordinariamente transparentes. Para que se haga una idea. Allí muchos votos, cosa que no ocurre en el Parlamento nacional, son votos nominales, aparecen con las huellas dactilares del diputado que lo emite. Según los datos de un instituto británico universitario que se dedica a controlar la actividad de los parlamentarios, yo he votado más de 22.000 veces en el Parlamento Europeo en cinco años, solamente en el pleno. Y he producido 6.333 votos nominales. Si alguien tiene la paciencia de meterse en la web puede ver la vida y milagros del diputado Francisco Sosa Wagner, lo que ha votado sobre las cosas más variadas del mundo.

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